"¿Qué
es lo que te llevó a ser músico, Silvio?" Le preguntó una
vez Jesús Quintero a Silvio; a lo que éste le respondió tras pensarlo un
rato: "Los tambores de Semana
Santa".
Silvio
era semanasantantero, un rockero semanasantero, según se definía, pero también
era un capillita con alma de rockero y proclamaba su gusto por lo sacro (la
Semana Santa) antes que por lo pagano (la Feria) en un ambiente tan poco
receptivo como en el rockero. Y católico. Solía decir que era tan católico que
no necesitaba ni practicar, pero sí que practicaba, a su manera, pero
practicaba. Practicaba dedicándole una canción a todas las Vírgenes de Sevilla
y grabando parte
de su videoclip en la Iglesia del Cachorro y cantándola a viva voz en cada
concierto.
Unió para siempre el rock y
lo sagrado en la bautizada como la “Tetralogía
Divina” compuesta por la ya comentada Rezaré,
La Pura Concepción (inspirada en la marcha de la Virgen de las
Aguas), Las Criaturas
(adaptación de un poema de San Juan de la Cruz que Pibe ya cantaba antes junto
al Pájaro en el grupo
Brigada Ligera y que este último, grandísimo aficionado a la Semana Santa, regrabó
para su último disco) y Tres Pasos
Hacia el Cielo.
Atentos a como definieron a
Silvio en un
artículo con motivo del décimo aniversario de su muerte: “Silvio reza en italiano macarrónico sus sueños de playboy napolitano, es barroco como un palio de Semana Santa,
surrealista como una obra de Man Ray, delirante como un cuadro de Dalí. Sus
canciones están compuestas no bajo el efecto del LSD sino del incienso de la
Quinta Angustia, las luces de esmeralda de su himno al Betis son los ojos
de la Virgen del Valle y la Macarena es de Triana como bien sabe Bunbury”
Pero Silvio no estaba solo
dentro del Sacramento y como nos
cuentan en Blogin’ in the Wind, además de él eran aficionados a la Semana
Santa, también el Pive Amador cuya ilusión era componer una marcha para la
Virgen de Regla y sobre todo El Pájaro, fiel escudero de Silvio a la guitarra y
gran aficionado también, como decíamos más arriba. Se cuenta que una vez volvió
desde EEUU porque no concebía estar un Domingo de Ramos fuera de Sevilla y que es
capaz de tocar a la guitarra todas las marchas de Semana Santa, de hecho ha
dado algún concierto en este sentido, como podemos ver en el cartel de la
izquierda, además de continuar ese legado que dejaron Silvio y Sacramento de
fusionar elementos de la música propia de las bandas que acompañan a las
procesiones con el rock ‘n roll.